El mundo entero está agotado, deprimido y acorralado ante tal adversidad, por lo que queremos recurrir a Ti, «NAZARENO Y GITANO», para que nos des tu apoyo y que, junto a la Virgen «LORETO, MADRE NUESTRA», podamos recuperar toda normalidad tras este confinamiento con el fin de evitar la propagación del COVID-19.
«MI AMARGURA» no cesa al ver, escuchar o leer las noticias y más aún desde que sabemos que no habrá evento alguno donde suene ninguna de nuestras marchas, desde «PASAN LOS CAMPANILLEROS» a «COSTALEROS DE LA VIRGEN DEL AMPARO», incluido «SENTIMIENTO GITANO» y el «HIMNO NACIONAL DE ESPAÑA».
No hay desfiles procesionales, ni en el «ALBAYZÍN» ni en «TRIANA», ni en Córdoba ni en «JERUSALÉN», pero sí que ha habido Semana Santa, desde «LA MADRUGÁ» hasta el ocaso, desde el «AMANECER CON TRIANA» hasta la «MADRUGÁ MACARENA», desde el Viernes de Dolores hasta la «LUNA DE RESURRECCIÓN», pasando por el «LUNES SANTO DE AMOR» o el Jueves Santo, día del Amor Fraterno.
Este año nos ha tocado vivirla en «SOLEDAD FRANCISCANA», desde la intimidad de nuestro hogar y soñando volver a acompañarle a «ELLA», en cualquiera de las ocasiones venideras, junto a todos y cada uno de nuestros compañeros. Queremos interpretar de nuevo «REINA DE TRIANA» a la «REINA DE LA O» del barrio cordobés de Fátima. Queremos volver a rezar juntos, pues “quien reza cantando, reza dos veces”, «ENCARNACIÓN CORONADA», «PUREZA MARINERA» o «ESTRELLA DE PASIÓN».
Queremos volver a tocar tu música, en lento, ordinario o a paso «COSTALERO», queremos acompañarte desde la ermita del Santo Cristo a la Parroquia de la Asunción, queremos desfilar contigo, «REINA DE SAN CRISTÓBAL», «DESDE EL ALBAYZIN» hasta la Catedral de Granada y volver a tu barrio, como deseamos también volver a Alcalá del Valle y compartir las lágrimas como las que nacen «EN EL CIELO DE TUS OJOS» al ver cómo tantos vecinos de la localidad gaditana nos dejan para mudarse a tu diestra «¡Y HASTA TU GLORIA! QUE ES INFINITA». Queremos dejar a un lado nuestros pesares y «AMARGURAS», y acompañarte a Ti, «REINA DEL TRIUNFO», «EMPERATRIZ DE SAN MIGUEL», por toda Granada y difundir la devoción de los «HERMANOS COSTALEROS», coloreando «DE VERDE ESPERANZA» la gris historia que estamos sufriendo.
Ahora que no suenan en la calle marchas como «REINA DE SAN ROMÁN» (ARRORRÓ), «CORONACIÓN DE LA AMARGURA (ZAMARRILLA)» o «CORONACIÓN DE LA MACARENA», rezamos a la «VIRGEN DE LOS ESTUDIANTES» para que termine este curso de la mejor manera, tanto para el alumnado como para los docentes, cuya labor debemos aplaudir casi tanto como la que hacen a diario sanitarios, transportistas y Fuerzas del Estado. Parecen «ÁNGELES DE LA ALEGRÍA», luchando a primera línea de batalla sin perder la sonrisa a pesar del riesgo que sufren. Aunque también sabemos que se apoyan en tus brazos para sentir la «DULZURA EN TU REGAZO», pues saben que es infinito «EL AMOR DE UNA MADRE» y, «COMO TÚ, NINGUNA».
Que pronto podamos decirle al coronavirus algo así como «Y EN NUESTRO RECUERDO QUEDASTE», pero que sea esta pandemia eso, sólo un «RECUERDO» y que no se repita ni ésta ni ninguna otra de similares características.
«OSANNA IN EXCELSIS», «MATER MEA», gritamos «A MI REINA DE LA PAZ»; acógenos «BAJO TU PALIO DE ESTRELLAS» para alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo (Amén). Y que no perdamos la esperanza, ya sea «ESPERANZA CORDOBESA», o, con «AIRES DE TRIANA», «ESPERANZA MARINERA» o «ESPERANZA DE TRIANA CORONADA»; que se llene toda «TRIANA DE ESPERANZA» y haya también «ESPERANZA MACARENA».
Que brille «LA ESTRELLA SUBLIME» al son de «CARIDAD DEL GUADALQUIVIR», que refulja la «MACARENA» al son de «ANIVERSARIO MACARENO» y «PASA LA VIRGEN MACARENA». Que suene «CONCHA», «ROCÍO» y «ROSARIO DE MONTESIÓN», que se escuche «MADRE HINIESTA», «ENCARNACIÓN DE LA CALZADA» y «VIRGEN DEL ROSARIO CORONADA». «Y EN TRIANA, LA O» rachee despacito y sin prisas con «MADRUGÁ DE CANELA Y CLAVO» o «CALLEJUELA DE LA O» y se meza sin mesura al compás de la «SAETA» y de «PALOMITA DE TRIANA».
«AL CIELO LA REINA DE TRIANA», al cielo la Virgen «MACARENA», al cielo cualquiera de las advocaciones marianas, pues sabemos que, de su mano, después de toda tormenta llega la calma, y que lo último que se pierde es «SIEMPRE LA ESPERANZA».
Feliz Pascua de Resurrección a todos.
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